
Fundado por el
Departamento de Niños y Familias y administrado por las Organizaciones
Benéficas Católicas de Orlando
 |
El Programa para Refugiados
Juveniles de las Organizaciones Benéficas Católicas está ofreciendo servicios
para refugiados/asilados y familias ingresantes que hayan estado en este país
por menos de cinco años. Estos servicios
son financiados con una subvención del Departamento para la Salud y Servicios
Humanos de los EE.UU. y la Oficina de Reestablecimiento para Refugiados y son
administrados por el Departamento para los Niños y la Familia. El propósito de esta
subvención es proveer programas que fortalezcan las familias y los matrimonios,
incrementen el conocimiento y la conciencia sobre temas relacionados con la
paternidad, y mejoren la comunicación entre padres e hijos, y esposos y
esposas. Este boletín de noticias es un
instrumento que queremos usar para obtener información valiosa para familias
refugiadas. Si su familia está
interesada en recibir estos servicios, por favor contáctese al 33333-0110 para mayor información. |
Octubre de 2005
LOVE U2 (También te amo)
Por Julie Baumgardner
Septiembre de 2005
Octubre es el mes del
“Hablemos”. A nivel nacional, este mes
es celebrado como una llamada a los padres para que hablen con sus hijos acerca
del sexo y de las relaciones saludables.
“Los jóvenes están viendo y escuchando
sobre sexo en todas partes”, dijo Marlene Pearson, autora de Love U2:
Volviéndose Más Inteligente acerca de las Relaciones, el Sexo, los Bebés y el
Matrimonio, un extenso curriculum sobre las relaciones. “En muchos casos, no se
habla acerca de esto en los hogares, donde tenemos el potencial para realizar
el mayor impacto. La investigación
muestra que el 45 por ciento de los adolescentes dijeron que sus padres influenciaron
fuertemente en sus decisiones acerca del sexo.
Cuán fuertemente un adolescente se siente conectado a sus padres es el
factor de protección clave. Si los
padres quieren que sus hijos jóvenes sepan cómo acercarse a las relaciones de
buena forma necesitamos que los jóvenes se comprometan en las conversaciones
acerca de temas que van más allá de la educación sexual basada en lo corporal.”
“Yo enseño Criminología en una
escuela técnica de dos años en Wisconsin,” dijo Pearson. “He visto muchos jóvenes acudir a nosotros
con sus vidas confundidas – embarazos tempranos, relaciones fallidas y tantas
jóvenes madres solteras. Ellos reciben
ayuda en bastantes áreas, pero la única donde no obtenían esa ayuda era en su
vida amorosa y ésas relaciones fallidas tienen el potencial para descarrilar
todo lo demás.”
Según Pearson, hemos separado el
sexo del desarrollo de las relaciones y lo convertimos en un tema de salud. Ella cree que tenemos que
hacernos a nosotros mismos la pregunta: “Si pudiéramos quitar todas las
consecuencias sobre la salud de ser sexualmente activos, todavía querríamos que
nuestros hijos sean sexualmente activos?” Muchos dirían que no. Existen muchas razones
sociales, emocionales y
éticas para que los adolescentes no sean sexualmente activos, no siendo la
menor de ellas el hecho de que el sexo siempre puede crear bebés. Y los
adolescentes no están preparados para ser padres.
Una encuesta conducida por International Communications
Research (Investigación de Comunicaciones Internacionales) mostró que el 93 por
ciento de los adolescentes creen que es importante que la sociedad les dé un
fuerte mensaje de que ellos deberían abstenerse de tener sexo. Casi 8 de cada 10 chicas y 6 de cada 10
chicos declararon que se arrepienten de ser sexualmente activos y desearían
haber esperado.
“Veo un montón de gente joven deambular por ahí sin una buena
orientación,” dijo Pearson. “Creo que ni
siquiera hemos empezado a ayudar a los adolescentes a entender el capricho, el
propósito de tener una cita, los beneficios de ir despacio o qué conocer de
otra persona. La mayoría no tiene idea de cómo juzgar si una relación es
saludable y qué significa ser sexualmente activo.
Creo que tenemos que traer el significado de vuelta a la sexualidad. Si algo ha hecho la
cultura sexual es disminuir emocionalmente el sexo.”
De acuerdo con Pearson, todos los adolescentes deberían saber
algunas cosas básicas:
* Hable con sus hijos acerca
de los aspectos de la salud como también de los aspectos del corazón en el
sexo. Eso significa dirigirse a las dimensiones emocionales y sociales de la
sexualidad junto con las dimensiones de la salud.
* Situar la discusión
firmemente en el contexto del desarrollo de relación, amor y compromiso. Recuerde, esto es precisamente lo que los
adolescentes quieren escuchar.
* Hágale saber a su hijo que
sólo el 47 por ciento de los adolescentes son sexualmente activos, según el
Center for Disease Control (Centro para el Control de Enfermedades). Los adolescentes tienden a sobreestimar los
números de jóvenes sexualmente activos.
* Comparta las experiencias
de otros adolescentes que “hayan estado allí y lo hayan hecho” y desearían
haber esperado. Algunos de estos
testimonios son los más poderosos elementos disuasorios.
* Muchos padres han tomado
drogas, hurtado o han tenido sexo en su adolescencia. Sólo porque usted lo hizo
no significa que usted quiera que sus hijos hagan lo mismo. Nuestra meta
debería ser ayudar a nuestros hijos a mejorar.
* Necesitamos hacer más para
ayudar a los adolescentes a entender qué hace al sexo bello y maravilloso. Es más que una conexión física. Necesitamos ayudar a nuestros hijos a
entender que es una relación comprometida, de confianza, social y emocional- es
intimidad desarrollada completamente.
Francamente, ese tipo de relaciones no suceden típicamente en la escuela
secundaria. Nuestra meta es ayudar a los jóvenes a entender qué es la verdadera
intimidad, cómo se desarrolla y cómo eso al final lleva al sexo en una relación
matrimonial. El sexo demasiado rápido
simplemente no da resultados.
* Los padres necesitan
enseñar habilidades para negociar las presiones naturales hacia una mayor
relación física. Ayúdeles a pensar profundamente
en el proceso y en dónde trazarán sus límites.
* No podemos olvidarnos de
aquellos adolescentes que ya hayan tenido sexo, pero que están abiertos a cambiar
su conducta y a hacer algo diferente.
Apóyelos en sus esfuerzos de cambiar su conducta.
“Ayudar a los jóvenes a
poseer una guía, valores, metas y visión para el futuro es una de las mejores
cosas que nosotros como padres podemos hacer para ayudarlos a navegar en las
turbulentas aguas de las relaciones adolescentes”, dijo Pearson.
Julie Baumgardner es la Directora Ejecutiva de First Things First (Primero lo
Primero), una organización de apoyo e investigación dedicada a
fortalecer a las familias por medio de la educación, colaboración y
movilización.
(Las Organizaciones Benéficas Católicas ofrecen educación sobre abstinencia
para los jóvenes y sus padres a través del Programa “Piensa Inteligentemente”.
Por favor contacte a uno de los trabajadores listados arriba para más
información.)
15
Caminos para la Unidad
Familiar (Boletín
de Noticias de los Constructores de Familia, 5 de Octubre de 2005)
1. Los niños son personas, no
una propiedad.
2. A cada miembro familiar se le debe permitir ser
quien es; eso quiere decir, que él o ella no está forzado/a a ser como su
hermano.
3. Debemos permitir la
correcta expresión de la opinión personal.
4. Se requiere que cada
miembro familiar, incluyendo a los padres, respete lo que el otro dice o hace.
5. El escuchar es tan
importante como el hablar.
6. Comunicar cómo nos
sentimos es importante para que otros nos conozcan.
7. Cada persona tiene derecho
a la privacidad. La
familia provee el clima para compartir. No podemos insistir que una persona
cuente todo.
8. Proveer el ambiente donde
las ideas y sentimientos sean fácilmente expresables.
9. La lectura conjunta
permite compartir ideas y sentimientos.
10. El comunicar cuestiones
espirituales es importante para comunicar verdades y valores.
11. Las palabras firmes
ayudan a construir la autoestima tan necesaria para la unidad familiar.
12. La disciplina provee
seguridad porque mantiene un estándar. También refuerza el valor del niño.
13. La cercanía física y el
tocar es importante. Los padres deberían modelar la expresión de afecto.
14. Los tiempos con calidad
construyen la unidad.
Otras cosas buenas deben dar paso para permitir lo mejor.
15. Las aventuras compartidas
nos unen. Realice actividades con sus hijos!
Hay más por hacer como padres que proveer comida, ropa y refugio. Las experiencias compartidas crean recuerdos
juntos.
EL ESTRÉS POR TORMENTAS HACE QUE LAS PAREJAS DE
FLORIDA ESTÉN AL BORDE DE LA SEPARACIÓN por Margo Harakas, 27 de Septiembre de 2004.
Apenas pasó el huracán
Frances, y el teléfono empezó a sonar. Una mujer estaba echando chispas,
disgustada porque en las horas anteriores al huracán, su esposo se había estado
ocupando de temas relacionados con el huracán en relación a su trabajo, en vez
de asegurar el frente de la casa. “Te importa más tu trabajo que yo”, le dijo a
su esposo.
Otra persona se quejó de que
su esposo se inclinaba generosamente a ayudar a los vecinos y amigos con sus
preparativos, relegando a su propia familia al último lugar. “Por qué no
piensas en mí y en los niños primero?”, le regañó ella.
Valerie Kanouse Balsama, una
abogada de divorcios de Boca Ratón, está presenciando los efectos dañinos para
el matrimonio de los desastres naturales, en este caso, huracanes. Asociados
con los recientes eventos climáticos, hay una fila de nuevos clientes que dicen
que “ya no pueden soportar a sus cónyuges”.
Uno incluso mostró fotos de
“pertenencias personales siendo arrojadas deliberadamente en medio de la
torrencial lluvia” por el cónyuge ofensor.
Balsama, una defensora de la
preservación del matrimonio, entiende los disparadores de los trastornos
emocionales. “Prepararse para un huracán requiere un montón de trabajo”, dice
ella. “La gente ya tiene vidas estresadas, llegando al límite de lo que son
capaces de hacer. Si se agrega además todo este trabajo extra...” Y luego está la real amenaza del huracán en
sí, destruyendo a su paso el paisaje, dañando hogares, inundando comunidades,
derribando árboles, cortando la electricidad y los suministros de agua.
No es que los huracanes quiebren
lazos matrimoniales que no estén previamente tensos, dice Balsama, quien fundó
la organización interdisciplinaria sin fines de lucro The Council for Marriage
Preservation and Divorce Resolution Inc.(El Consejo para la Preservación del
Matrimonio y Resolución del Divorcio, Inc.). Más bien, dice ella, “exacerba y
lleva a primer plano la intensidad de los problemas, la falta de comunicación e
incompatibilidad.”
Aún donde el divorcio no es
un tema a tratar, las intensas emociones por adaptarse y enfrentar a una
tormenta que quizás amenace la vida, pueden inducir tensiones incluso en una
pareja consolidada y provocar discusiones familiares.
El estar sentado en una casa
tapiada con maderas y oscura, sin electricidad, quizás sin agua, escuchando el
rugido del viento, sintiendo la presión y temiendo por lo que le puede ocurrir
a sus seres queridos y a su propiedad es traumático, dice el psiquiatra
familiar James Cocores. De alguna forma,
dice él, es como una situación de rehenes. “Uno está siendo retenido contra su
voluntad en un estado de miedo por largos períodos de tiempo”. Los nervios se
crespan. La gente “empieza a enojarse con los que más aman.” Cocores, director
médico de Southcoast Psychotherapy & Education Associates Inc (Psicoterapia
de la Costa Sur
& Asociados en Educación Inc.) en Boca Ratón, y Balsama a menudo trabajan
en conjunto con parejas, tratando de salvar sus matrimonios. En las últimas
semanas, ambos han observado un marcado incremento de crisis matrimoniales.
“Nosotros como seres humanos
tomamos demasiado en serio lo que pensamos es el control de nuestras vidas”,
dice Cocores. Pero con un huracán, “uno realmente recuerda que no tiene el
control de nada”.
No darse cuenta de que los
hombres y mujeres comunican y enfocan los problemas de manera muy diferente
agrega otro problema. Las mujeres, por ejemplo, pueden desear que la casa esté
asegurada y que todos los preparativos se hagan bien por adelantado. Los
hombres, por otro lado, pueden afrontar el problema de forma más relajada.
Demasiada unión en
circunstancias incómodas puede ser también pesado. Podemos quejarnos acerca de
las distracciones diarias de ir a trabajar, poner gasolina al automóvil e ir de
compras, dice Cocores, “pero he visto crisis absolutas en las casas porque,
francamente, la gente no está acostumbrada a pasar tanto tiempo junta. Al menos, no en casas sin electricidad y con otros
inconvenientes. El aire rancio
y estancado y el aumento de humedad trae otro problema. “Esa humedad”, dice
Cocores, “llega al sistema nervioso central”. También lo hacen las comidas
procesadas que reemplazan a una dieta saludable. “Contienen todo tipo de
aditivos que son conocidos por aumentar la depresión, irritabilidad y
ansiedad”, dice.
Entonces, ¿cómo se maneja
todo eso y se minimizan las tensiones? Balsama y Cocores ofrecen estas
sugerencias:
Comparta las tareas. Al
prepararse para el huracán, la persona más organizada debería hacer una lista
de cosas para hacer, de la cual los miembros de la familia puedan elegir las
tareas en las cuales mejor se sientan capaces de manejar. No dé cosas por sentadas y no se queje. Sea
sincero y diga, “Necesitaré ayuda con esto”. Luego, enfatice diciendo, “Eso fue
de gran ayuda, gracias”.
Comuníquese. Comparta
pensamientos, ideas, necesidades y deseos.
Practique la paciencia. Es una
decisión que tomamos.
Apague la televisión. Mantenga
prendida la televisión de 10-15 minutos por hora aproximadamente. Pase el tiempo de ocio hablando, compartiendo
recuerdos familiares, jugando juegos de mesa o leyéndose el uno al otro.
Vuelva a una dieta saludable,
al ejercicio y a la luz del sol lo más pronto posible. La luz del sol es un
estimulante natural.
Desarrolle una actitud de
gratitud enfocándose en los aspectos positivos de su vida.
Usted No Está
Escuchando! Boletín de Noticias: Matrimonio Vivo por David y Claudia Arp
22
de Agosto de 2003
¿Alguna vez lo han acusado de no escuchar? Por
más que nos esforcemos, tememos que a veces ambos somos culpables de no
escuchar. No escuchar contribuye a los malentendidos en el matrimonio. Los consejeros escuchan una y otra vez
declaraciones como: “Él nunca me escucha”, o “Ella no me entiende.”
Si el escuchar mal es un signo de un
matrimonio con problemas, entonces el escuchar bien es una característica de
matrimonios saludables. Cuando otros dicen, “Hey, cuéntame más!” y realmente
nos escuchan, nos sentimos importantes, entendidos y aceptados.
Ya que el escuchar bien es un
punto más para el matrimonio, aquí hay un punto de acción. Determine hoy para
mejorar sus habilidades para escuchar aplicando estos consejos:
1.
Empatice;
no critique. Un consejo no pedido puede ser considerado una crítica!
2.
Préstele
atención a su compañero/a cuando él o ella está hablando. Frecuentemente cuando nuestro compañero/a
está hablando, estamos ya sea pensando en lo que vamos a decir a continuación o
estamos distraídos- nuestra atención está dirigida a la computadora, televisión
o lo que sea.
3.
Escuche
los sentimientos, pero no los juzgue. Así es simplemente cómo se siente su
pareja y ésa es información valiosa. No diga, “No puedes sentirte así!” En
cambio, muéstrele al otro un reflejo de sus palabras, diciendo, “Esto es lo que
te escucho decir”. . . ¿Entendí bien? “¿Así es como te sientes?”
4.
No
interrumpa. Ya le llegará su turno. Y usted puede escuchar mejor con la boca
cerrada.
Recuerde, la práctica trae la perfección. Tómese
el tiempo hoy para hablar con su pareja y escucharla. Usted puede sorprenderse
de lo que puede escuchar!
Sólo Una Última
Cosa...
Por
Steven W. Harley, M.S.
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Es más fácil cambiar la
conducta que cambiar la reacción a la conducta.
Algo tan simple (y muy común)
como dejar las puertas de la despensa abiertas puede ser muy irritante para
algunos. En vez de acusar a su irritado
cónyuge de ser muy sensible o de imponer el hecho de que LOS DEMÁS DEBEN
aprender a soportarlo a usted (ejemplo: el argumento “Así soy yo”), APRENDA a
cerrar las puertas de la despensa como un acto de amor y atención. Porque el no cerrar las puertas es percibido
como una falta de atención.
De nuevo, sería más fácil
para ti aprender una manera más atractiva de hacer algo en vez de forzar a tu
cónyuge a construir una pared entre ambos para evitar ser herido/a por tus
acciones.